PILOTO ALEMAN DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL SENTADO, es una figura a escala 1:32 de la marca PJ Productions. Esta figura es necesario montarla y pintarla, para su posterior colocación en nuestro modelo de avión a escala 1:32.

La Luftwaffe fue la fuerza aérea alemana, que comenzó a formarse en febrero de 1935 por orden especial del dictador nazi de Alemania, Adolf Hitler. El comandante de la Luftwaffe, desde sus inicios, de hecho, hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, fue Herman Göring. El desarrollo cuantitativo de la Fuerza Aérea Alemana entre 1935 y 1939 fue rápido, y fue entonces cuando se equipó con máquinas, que, de hecho, permanecerían en servicio hasta el final de la guerra, incluyendo el caza Me-109, el bombardero en picado Ju-87 Stuka, y bombarderos medios como el He-111 y el Ju-88. Algunos pilotos alemanes también adquirieron experiencia de combate sirviendo como parte de la Legión Cóndor, durante la Guerra Civil Española (1936-1939). Además, incluso antes de la guerra, la Luftwaffe estaba orientada de tal manera, que pudiera apoyar las operaciones terrestres con la mayor eficacia posible. Esto se reflejó en su equipamiento, estructura y organización, así como en la formación de sus pilotos. Las fuerzas aéreas alemanas salieron con éxito de las campañas de Polonia, Noruega y Francia, aunque en esta última campaña la Luftwaffe sufrió pérdidas relativamente importantes, tanto en aviones como en personal. Por otro lado, una lección muy dolorosa fue la Batalla de Inglaterra, en cuyo transcurso sufrió una derrota decisiva, perdiendo muchos más aviones y, sobre todo, pilotos bien entrenados que el enemigo. Uno de los mejores pilotos de caza de la Luftwaffe durante esta batalla fue Adolf Galland. En el transcurso de los combates en el Frente Oriental (1941-1945), las fuerzas aéreas alemanas, sobre todo al principio del conflicto, dominaron en la calidad de los aviones y la formación de las tripulaciones y los pilotos, lo que se tradujo en horribles pérdidas de la aviación soviética y dio lugar a fantásticos resultados en el derribo de los pilotos de caza alemanes, como Hermann Graf o Walter Nowotny. Sin embargo, entre 1942 y 1943, la balanza de la victoria en la guerra aérea sobre Europa comenzó a inclinarse a favor de la aviación soviética y, sobre todo, de la aliada, que, con aviones como las últimas versiones del Spitfire y el P-51 Mustang, infligió pérdidas cada vez mayores a la Luftwaffe alemana, tanto en el curso de las batallas sobre Alemania como en el curso de los bombardeos estratégicos. Ni siquiera los esfuerzos de la Luftwaffe por dar un salto cualitativo con la introducción de cazas a reacción como el Me-262 y el Ar-234, en 1944-1945 funcionaron, y los pilotos alemanes, cada vez peor entrenados, sufrieron pérdidas cada vez más importantes contra los aviones aliados. Se supone que, desde el comienzo de la guerra hasta enero de 1945, las pérdidas de personal de la Luftwaffe ascendieron a unos 140.000 muertos, y unos 155.000 desaparecidos.

PJ PRODUCTIONS 321107